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Comprobar que nuestro hijo oye bien

Una de las cosas que más nos preocupan cuando tenemos un bebé es saber si sus sentidos funcionan correctamente. Hoy vamos a ver cuándo un bebé puede llegar a tener indicios de problemas de audición.

El desarrollo del habla y del lenguaje está muy ligado con el oído, por eso si nuestro pequeño tiene problemas es muy probable que también se vea afectada su capacidad para hablar.

Cuando el bebé está todavía en el hospital se le hacen una serie de pruebas para ver que no existen alteraciones y todo funciona correctamente. En el caso de que pueda sufrir de pérdida de audición se le realizan varias pruebas:

– Pruebas de Emisiones Otoacústicas: mide el eco que se forma al estimular un audífono implantado en el canal del oído con sonido.

– Prueba de Respuesta Auditiva Troncoencefálica: se envían sonidos a los audífonos colocados en la cabeza y orejas y se mide la actividad eléctrica del cerebro, para ver como responde a ese sonido.

De todos modos es recomendable que el bebé sea examinado por un especialista antes de los 6 meses para detectar irregularidades a tiempo. Los primeros meses del bebé es una etapa muy difícil para poder apreciar si tiene problemas o no. Cuando el bebé tiene uno o dos años de edad es más común que nos demos cuenta al ver que, por ejemplo, no nos responde a nuestras llamadas, que está tardando demasiado en empezar a hablar, que no es capaz de unir palabras con sentido…

Señales para apreciar que el bebé no oye bien.

– Cuando un bebé no muestra sobresalto ante cualquier ruido que se produzca en el ambiente.

– Si, una vez que el bebé tenga unos meses, no se gire ante su llamada.

– Cuando aproximadamente al año no comienza a iniciar su lenguaje.

– Si observas que hace mucho ruido jugando.

-Si no se calma cuando le habla o le pones música relajante.