El hierro en los bebés es un mineral necesario para un correcto funcionamiento de su crecimiento y su falta provocar la aparición de anemia, infecciones, trastornos intelectuales… entre otras cosas, por eso lo ideal para combatir estos trastornos es su prevención.
¿Por qué tiene falta de hierro mi bebé?
La falta de hierro en la edad infantil suele tener aparición entre los 6 meses y los 3 años de edad y se relaciona normalmente con los siguientes motivos:
– Que el bebé tenga pocas reservas de hierro al nacer puede ser una de las causas, especialmente en bebés prematuros o cuando se ha producido hemorragias en el parto o durante el embarazo.
– Un aumento en las necesidades de este mineral provocado por el crecimiento del niño.
– Otra de las razones puede ser la falta de hierro puede ser ingerir malas dietas pobres en este mineral.
– Que el bebé haya sufrido diarreas o pérdidas de sangre provocando una disminución rápida del mineral.
¿Cómo saber si tiene falta de hierro?
La carencia de hierro es causante principalmente de la anemia, pero también se puede tener otras manifestaciones menos graves pero también relevantes que son fáciles de apreciar en los más pequeños como pueden ser el cansancio y decaimiento. También las alteraciones de las uñas, el cabello, boceras… si notamos que nuestro bebé está excesivamente tranquilo o apático y sin fuerzas, la somnolencia, la irritabilidad, la palidez o que coja excesivamente infecciones.
¿Cómo prevenirla?
Lo mejor, por supuesto, es intentar prevenirla, para ello es recomendable una dieta saludable y adecuada. En los primeros meses de vida del bebé la leche materna contiene las cantidades necesarias para nuestro niño de este mineral. Las leches de vacas suelen contener los mismos niveles de hierro que la leche materna, pero sin embargo, son insuficientes en este caso por el hecho de que el hierro contenido en la leche del seno materno esta mejor preparado para absorberse en el intestino, pero existen en el mercado leches de vaca con añadidos de este mineral.
Habíamos mencionado que la alimentación con el seno materno previene de anemia al niño durante los primeros seis meses de vida. A partir de los 6 meses se debe introducir otros alimentos ricos en este mineral en las papillas como por ejemplo las verduras, carnes, y más adelante (a partir de los nueve meses aproximadamente) el huevo. Otra manera sería en el desayuno optando por darle cereales enriquecidos en hierro.
Unir alimentos ricos en hierro con otros que contengan vitamina C, como por ejemplo tomates, brécol, naranjas, fresas. Los alimentos con esta vitamina favorecen la absorción del hierro.