Existen muchas dudas sobre la utilización del cinturón de seguridad durante el embarazo ya que se piensa que puede dañar al bebé. Hasta 2006, la ley eximía a las embarazadas de la obligación de llevar el cinturón en determinadas circunstancias. Esto ya no es así: la ley obliga a las embarazadas a llevar el cinturón de seguridad en el coche como a cualquier otro conductor o pasajero en vehículo.
Esta medida puede salvar la vida no sólo de la futura mamá, sino también la del bebé: diversos estudios demuestran que las embarazadas que van en coche sin cinturón de seguridad tienen un 2,8% más de riesgo de perder al feto que las que llevan puesto el cinturón.
Durante los tres primeros meses la cantidad de líquido amniótico es escaso y un golpe frontal puede producir hemorragias en el útero por desprendimiento de la placenta (en este caso al feto no le llega suficiente oxígeno). También en el último trimestre hay que tener más cuidado si no se coloca el cinturón adecuadamente. Debido a las dimensiones del abdomen si usamos el cinturón de una forma no correcta puede resultar molesto, además, en caso de accidente o frenazo brusco se puede adelantar el parto o causar traumatismo en el futuro niño (su cabeza se puede golpear con los huesos de la pelvis de la madre).
¿Cómo colocar el cinturón de seguridad?
El cinturón se debe colocar entre los senos y lo más bajo posible, sobre las caderas. No hay que dejar que la sección abdominal del cinturón se desplace hacia la barriga de la mamá, porque, en caso de accidente, podría dañar al feto.
Algunas marcas han diseñado dispositivos específicos para embarazadas que desvían la correa inferior del cinturón de seguridad para evitar que se suba a la tripa. Es el caso por ejemplo de la marca Baby Safe y su cinturón de seguridad para embarazadas que podéis encontrar en nuestra tienda online.