Comprar o no un parque para el bebé dependerá de nuestras necesidades, de nuestro estilo de vida y el del peque. Por supuesto, no es un artículo de obligatorio uso, al contrario que ocurre con otros productos como las sillas de auto, las cunas o el carrito, pero nos vendrá muy bien.
Los parques de juegos para el bebe pueden comenzar a utilizarse a partir de los 5 ó 6 meses cuando el bebé comienza a ser un poco más independiente: ya ha aprendido a permanecer de pie, a gatear, juega con sus muñecos… Debe verse como un espacio de juego seguro y confortable, un lugar para coger confianza para que comiencen a realizar las cosas por sí mismos.
Es cierto que mantener al bebé en el parque nos dará a los padres cierta “libertad” para poder realizar otro tipo de actividades, pero no debemos abusar de ello. El bebé tiene que relacionar que el parque infantil es un espacio de juego y diversión que ayuda a su desarrollo y no un lugar donde dejarlo para que no nos moleste. Por eso, no es conveniente que pase demasiado tiempo allí. También es recomendable que dediquemos un cierto tiempo a jugar con él en el parque, incluso que le hablemos cuando estemos realizando otra actividad, aunque sea desde otra habitación, sobre todo en las primeras veces de uso.
¿Qué debemos tener en cuenta antes de comprar el parque del bebé?
El espacio que tengamos en la casa para poder colocarlo. El lugar donde lo coloquemos no debe estar debajo de las cortinas, ni debe haber enchufes alrededor, ni lo colocaremos cerca de ninguna cosa con lo que nuestro hijo pueda golpearse.
¿Cómo hacer una buena elección del parque de juegos?
Antes de comprar nuestro parque para el bebé debemos tener en cuenta una serie de características:
- Elegir un parque infantil con una estructura resistente y rígida. Es importante que el parque sea estable, que no se zarandee.
- En la mayoría de los parques para bebés la base del interior suele disponer de un colchón de espuma. Debemos fijarnos si nuestro parque lleva este colchón para que nuestro bebé esté cómodo.
- Una de las cosas más importantes es asegurarnos que la red cumple con la normativa de seguridad establecida para evitar que el niño meta los dedos en los agujeros y quede atrapado.
- El sistema de cierre y apertura debe ser fácil de accionar.
- Algunos parques incluyen ruedas para poder desplazarlos. Que tenga o no ruedas tampoco es una característica muy relevante pero si finalmente nos decidimos por uno con ruedas debemos comprobar que tienen frenos.
- Lo ideal es que la tela del parque sea desenfundable y lavable. ¡Ya sabemos lo que manchan los peques! Por último deciros que hay parques de bebés baratos y diferentes marcas, para todos los gustos y bolsillos.
¡Disfrutad de los pequeños y todos los complementos a su disposición!