Desde el momento en el que nos convertimos en padres las toallitas húmedas se convierten en nuestro aliado más usado. Nos son de gran utilidad y su uso nos ha facilitado la higiene de nuestro pequeño: las empleamos para limpiar el culito, para las manos, para la ropa… pero ¡ojo! hay que tener mucho cuidado a la hora de desecharlas, siempre debemos tirarlas a la papelera nunca jamás por el wc.
Hoy vamos a profundizar en por qué es tan perjudicial tirar las toallitas húmedas por el wc. Pensamos que tirar las toallitas por el wc simplemente nos traerá un problema de atasco en las tuberías pero, ese no es el único inconveniente, las consecuencias para el medioambiente son muy perjudiciales.
Actualmente encontramos toallitas húmedas que sus envoltorios indican que son desechables para el inodoro y que se desintegran rápidamente al desecharlas. ¡No es cierto! Las toallitas húmedas, a pesar de ser “biodegradables” no se degradan en el agua con la misma facilidad que la celulosa del papel higiénico. Biodegradable quiere decir que se degrada gracias a actividad biológica, pero eso no quiere decir que se pueda arrojar al inodoro. También es biodegradable una camiseta de algodón y no se tira por el inodoro. A pesar de que nos indiquen en el paquete que son aptas para el wc, al pasar por las bombas y filtros de retención se deshilachan, se trenzan y acaban obstruyendo y atascado la maquinaria.
Esa acumulación de fibras y tejidos en las tuberías causa atascos, bloqueos y roturas en la maquinaria de las bombas encargadas de impulsar el agua hacia la depuradora. Además, esto supone un gran coste ya que solucionar estos problemas cuesta a cada español entre 4 y 6 euros al año.
La utilización masiva de toallitas húmedas en los hogares provoca que la acumulación de fibras y tejidos en las tuberías de saneamiento causen averías por atascos, bloqueos y roturas internas por calentamientos, entre otras incidencias, en las bombas encargadas de impulsar el agua residual hacia la planta depuradora.
Además, en último término, las toallitas también pueden acabar en los ríos y el mar, contaminando las aguas y perjudicando gravemente a los peces.
Por eso ¡nunca, nunca! Debemos tirar una toallita húmeda por el wc en ningún caso, ni a pesar de que en la etiqueta indique que son biodegradables, siempre, siempre debemos arrojarlas a la papelera.