Con la llegada del verano hay que recordad la importancia de proteger a nuestros bebés y niños contra el sol para poder disfrutar seguros de un fantástico día en la playa. La piel de los niños, y especialmente la de un bebé, es muy fina y delicada y en consecuencia requiere de mayor atención en la protección contra el sol.
A continuación te recordamos algunas de las reglas más importantes para prevenir quemaduras solares.
La mejor manera de proteger al bebé es no exponerlo directamente a los rayos del sol en la medida de lo posible. No significa que no puedas ir a la playa con él , sino que debemos evitar las horas de mayor riesgo de quemaduras solares, es decir, entre las 10h. y las 16h, horas en las que los rayos del sol inciden con más fuerza.
Por supuesto, no olvidarnos de usar protectores solares. Existen muchos tipos de cremas de protección solar. Lo que más importa es el grado de protección con respecto a los rayos UV que proporciona, es decir, el FPS (Factor de Protección Solar). Para bebés de más de 6 meses o niños mayores lo recomendable es utilizar un FPS mayor de 15.
La crema solar debe aplicarse siempre antes de la exposición al sol, por lo menos con 30 minutos de antelación y volver a aplicarla después de cada baño o cuando sudan mucho. No olvidar extender la crema por aquellas zonas más sensible y con mayor riesgo de quemaduras como son la cabeza, las orejas, el cuello, la nariz…
A pesar de evitar las horas de mayor riesgo y de utilizar un buen protector es recomendable, especialmente cuando los niños son pequeños, utilizar sombreros o gorritas, pantalones y camisetas de tela fresquita.
Otras zonas que pueden sufrir quemaduras y de las que normalmente nos olvidamos son los labios y los ojos. Utiliza un cacao protector para los labios y unas divertidas gafas de sol para los ojos. Las exposiciones al sol puede provocar que se quemen también las córneas. Elige unas gafas de sol a gusto de tu pequeño para que se sienta cómodas con ellas.
Beber abundante agua les ayudará a prevenir la deshidratación.
Y para los niños más mayores existen aplicaciones para móviles sobre la protección del sol, como por ejemplo ‘Superprotector’, un entretenido juego que permitirá a sus usuarios divertirse mientras aprenden e interiorizan hábitos de protección solar.